3.3.12

17.

EL PASEANTE que se da el gusto de avisarte de que llevas los cordones de los zapatos desatados, es un hombre imposible. Puede que te hayas dado cuenta tú mismo, y busques, sin que se note mucho, un lugar para remediarlo. Puede que vayas andado llevado por todos los demonios. En el primer caso solo consigue ser importuno, en el segundo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario