3.3.12

10.

COCTEAU. Recuerdo, después de diez o más años, el ORFEO de Cocteau. Y lo recuerdo así.

Un marido, irritado por no haber ganado un premio de poesía, se pelea con su mujer. Se rompe un cristal. Entra un obrero, para llevar a cabo la reparación. El hombre no ve (o finge que no ve); pero la mujer se da cuenta, con consternación, de que el obrero trabaja sin tocar la tierra, suspendido en el aire. "Estoy harta -explota- de misterios. He llamado a un cristalero, no a un ángel".

No hay comentarios:

Publicar un comentario